modesto
Ser modesto es como ser un pequeño árbol que no intenta ser el más alto del bosque. Está contento siendo del tamaño adecuado para dar sombra y ser un hogar para los pájaros. El árbol no grita ‘¡Mírame, soy el mejor!’ En cambio, hace su trabajo en silencio y hace que el bosque sea un lugar mejor. Cuando alguien es modesto, no presume ni se muestra, incluso si es muy bueno en algo. Son como el árbol, felices de ayudar y ser amables sin necesitar que todos lo noten.
Piensa en una persona modesta como un cachorro amistoso que no salta por todos lados para llamar la atención. Se sienta tranquilamente a tu lado, moviendo la cola y esperando pacientemente. Este cachorro no necesita ser el más ruidoso o el más rápido para hacerte sonreír. Está feliz solo de estar contigo y compartir momentos divertidos. La modestia es estar cómodo con quién eres, sin necesidad de ser el más grande o el mejor para sentirte especial.
Imagina a una persona modesta como una manta acogedora. No necesita ser brillante y llamativa para mantenerte caliente. Simplemente está ahí, haciéndote sentir cómodo y feliz sin hacer un gran alboroto. Las personas modestas son como esa manta. Hacen que otros se sientan bien e importantes sin necesitar ser el centro de atención. Saben que ser amable y considerado es más importante que mostrar lo grandiosos que son.