carne
La carne es como los ladrillos de una casa, pero para tu cuerpo. Así como una casa necesita ladrillos y madera para ser fuerte y estable, tu cuerpo necesita carne para ayudarte a crecer fuerte y saludable. Te da proteínas, que son como las cosas especiales que ayudan a que tus músculos y huesos se vuelvan poderosos y saludables.
Piensa en la carne como el combustible para tu cuerpo, similar a cómo un coche necesita gasolina para funcionar. Cuando comes carne, te da energía para correr, saltar y jugar todo el día sin cansarte. Es como el jugo mágico que mantiene tu motor funcionando suavemente.
Imagina que la carne es un arcoíris colorido en tu plato. Así como cada color en un arcoíris es importante, diferentes tipos de carne como el pollo, la carne de res o el pescado aportan diferentes nutrientes a tu cuerpo. Estos nutrientes son como pequeños ayudantes que aseguran que tu cuerpo funcione correctamente, ayudando a tus ojos a ver, tu corazón a latir y tu cerebro a pensar.