Piensa en ‘medir’ como usar una regla mágica para descubrir qué tan grande o pequeño es algo. Al igual que cuando apilas bloques para ver qué tan alta es tu torre, medir nos ayuda a conocer el tamaño de las cosas. A veces, usamos una regla o una cinta métrica para medir qué tan largo o corto es algo, como cuando queremos saber cuánto mide un lápiz.
Imagina que tienes una balanza que te dice qué tan pesado o ligero es algo, como cuando pesas tus juguetes para ver cuál es más pesado. Medir nos ayuda a descubrir el peso de las cosas, para que sepamos si algo es tan liviano como una pluma o tan pesado como una roca.
Piensa en una taza que te dice cuánto agua puede contener. Cuando mides, descubres la cantidad de algo, como cuánto jugo hay en tu taza. Medir es como contar cuántas palas de arena necesitas para llenar un cubo en la playa.
Cuando mides, te conviertes en un pequeño detective que descubre información importante sobre el mundo que te rodea. Es como un juego donde descubres los secretos de cómo se hacen las cosas y cómo encajan entre sí.