Piensa en una comida como un gran rompecabezas colorido. Cada pieza del rompecabezas es un tipo diferente de alimento que se une para hacerte sentir lleno y feliz. Podrías tener una pieza que es tu verdura favorita, otra pieza podría ser carne o pescado, y tal vez una pieza sea arroz o pan. Todas estas piezas encajan para formar una imagen completa que le da a tu cuerpo la energía que necesita para correr, saltar y jugar.
Una comida también es como una historia que a tu estómago le encanta escuchar. La historia comienza con un comienzo, como una ensalada o sopa, que prepara tu estómago. El medio de la historia es la parte principal, como espaguetis o pollo, que hace que tu estómago se sienta fuerte. El final de la historia es el postre, como una fruta dulce o una pequeña galleta, que hace que tu estómago se sienta feliz y satisfecho.
Piensa en una comida como un arcoíris en tu plato. Cada color del arcoíris es un alimento diferente, y comer todos los colores te ayuda a crecer grande y fuerte. Tienes rojo de tomates, verde de brócoli, amarillo de maíz, y más. Comer un arcoíris no solo es divertido, sino que también ayuda a tu cuerpo a mantenerse saludable.