Un maratón es como un juego de escondite muy largo donde todos intentan llegar a la línea de meta. Imagina correr desde tu casa hasta el parque, pero mucho, mucho más lejos. Las personas corren juntas y todas quieren ver quién puede llegar primero al final, como una carrera para llegar al final de un tobogán en el patio de juegos.
Piensa en un maratón como un libro de cuentos con muchas páginas. Cada paso que das es como pasar una página. Comienzas con un inicio donde todos están emocionados y llenos de energía. El medio se vuelve un poco difícil, como subir una gran colina, pero sigues adelante porque quieres ver cómo termina la historia. Finalmente, llegas al final, y esa es la línea de meta, donde todos aplauden y te sientes muy orgulloso.
Correr un maratón es como ser un tren en un largo viaje. Comienzas en una estación con muchos otros trenes (corredores) y sigues las vías (la ruta del maratón) hasta la estación final. En el camino, hay paradas donde puedes tomar agua o bocadillos para mantener tu energía, como un tren que podría detenerse para repostar. Cuando finalmente llegas a la última estación, has completado el viaje y todos celebran tu arduo trabajo.