Un salón es como un nido acogedor para las personas. Imagina una gran silla suave o un cojín esponjoso donde puedes sentarte y sentirte cómodo. Es un lugar donde puedes descansar, relajarte y sentirte a gusto, al igual que un pájaro se siente seguro y cálido en su nido. En un salón, puedes hacer actividades tranquilas como leer un libro o escuchar música, al igual que cuando te acurrucas con tu manta favorita.
Piensa en un salón como un parque de juegos para tu mente. Así como juegas y te diviertes en columpios y toboganes, en un salón, tu mente puede jugar pensando, soñando o imaginando. Es un lugar especial donde tus pensamientos pueden bailar libremente, y puedes sentirte feliz y en paz.
Un salón también es como un abrazo de un amigo. Cuando estás en un salón, es como si estuvieras envuelto en un gran abrazo cálido. Es un espacio que te hace sentir amado y cuidado, donde puedes sentarte con tu familia o amigos, hablar, reír y disfrutar de la compañía de los demás.