Piensa en la ubicación como un punto especial en un mapa gigante. Este punto te dice exactamente dónde estás, como cuando juegas al escondite y necesitas encontrar a tus amigos. Tu casa, tu escuela y el parque son todos puntos especiales en este mapa. La ubicación nos ayuda a saber dónde están estos lugares para que podamos encontrarlos fácilmente.
Imagina que tienes un mapa del tesoro mágico. Cada lugar que conoces, como la casa de la abuela o la heladería, está marcado con una ‘X’. La ubicación es como la ‘X’ que te muestra dónde está el tesoro. Sin ella, podrías perderte y no encontrar el tesoro que estás buscando.
Ahora, imagina tu libro de cuentos favorito. Los personajes de la historia van a aventuras a diferentes lugares. Cada lugar que visitan tiene una ubicación que hace que la historia sea emocionante. Al igual que en tu libro de cuentos, en la vida real, la ubicación nos ayuda a ir en nuestras propias aventuras, ya sea al zoológico, la playa o incluso a la casa de un amigo. La ubicación es como un hechizo mágico que nos guía a donde queremos ir.