Un préstamo es como cuando tomas prestado un juguete de un amigo. Prometes cuidarlo y devolverlo después de un tiempo. Tu amigo confía en ti y te deja jugar con el juguete, pero espera que lo devuelvas en las mismas condiciones. De igual manera, cuando alguien te da dinero como préstamo, prometes devolverlo después de usarlo por un tiempo.
Piensa en un préstamo como una caja mágica que te da lo que necesitas ahora, pero que debes llenar más tarde. Si tomas prestados crayones de un amigo, puedes colorear tu dibujo de inmediato, pero necesitas devolver esos crayones. De manera similar, un préstamo te da dinero para comprar cosas ahora, pero debes devolver el dinero al banco o a la persona que te lo prestó.
Imagina un libro de cuentos donde tomas prestado un personaje para tu propia historia. Puedes usar el personaje para hacer tu historia emocionante, pero debes devolver el personaje al libro original. Un préstamo es como tomar prestado ese personaje, donde tienes que devolver lo que tomaste prestado, a veces incluso con un poco extra, llamado interés, como agregar un nuevo giro a la historia antes de devolverlo.