Escuchar es como ser un detective. Cuando alguien habla, usas tus oídos para recoger pistas sobre lo que están diciendo. Tus oídos son como lupas, ayudándote a entender la historia que están contando. Necesitas prestar mucha atención para captar todos los detalles importantes, tal como lo haría un detective.

Escuchar también es como ser un jardinero. Cuando tu amigo comparte sus pensamientos, es como si te estuviera dando una semilla. Al escuchar atentamente, ayudas a que esa semilla crezca en una hermosa flor. Tu atención y comprensión son como la luz del sol y el agua que ayudan a que su historia florezca.

Escuchar puede ser como ser un superhéroe también. Cuando escuchas, estás usando tu superpoder de amabilidad. Haces que la persona que habla se sienta especial e importante, tal como un superhéroe hace que las personas se sientan seguras. Tus oídos son tus herramientas de superhéroe, y cuanto más practicas, mejor te vuelves para ayudar a otros a sentirse escuchados.