Cuando prestas algo, es como compartir tu juguete favorito con un amigo. Le permites que lo tome prestado por un ratito, y luego te lo devuelve. Imagina que tienes un coche de juguete muy chulo. Tu amigo te pregunta si puede jugar con él. Dices que sí, y él puede disfrutarlo como tú. Pero sabes que el coche de juguete sigue siendo tuyo, y tu amigo te lo devolverá cuando termine.
Piensa en prestar como un bumerán. Cuando lanzas un bumerán, se aleja pero vuelve a ti. Prestar es similar porque das algo a alguien, y te lo devuelven más tarde. Es importante recordar que cuando prestas, confías en que tu amigo cuidará bien de tu juguete y te lo devolverá en buen estado.
Prestar también puede ser como un libro de la biblioteca. Tomas prestado un libro de la biblioteca, lo lees, y luego lo devuelves para que otros puedan disfrutarlo también. Prestar es una forma de compartir y cuidar, asegurando que todos tengan su turno para disfrutar de las cosas que amamos.