Un arrendamiento es como pedir prestado un juguete a un amigo. Puedes jugar con él y divertirte, pero debes devolverlo después de un tiempo. Al igual que cuando pides prestado el juguete, prometes cuidarlo y devolverlo sin rasguños ni piezas faltantes.
Imagina que tienes un rompecabezas especial. Tu amigo quiere jugar con él, así que ambos acuerdan que puede tenerlo durante una semana. Durante esa semana, tu amigo es responsable de mantener todas las piezas seguras y asegurarse de que no se pierda nada. Después de la semana, tu amigo te devuelve el rompecabezas, tal como cuando termina un arrendamiento.
Piensa en un arrendamiento como un libro de biblioteca. Pides prestado un libro, lo lees y lo disfrutas, pero sabes que debes devolverlo en una fecha determinada. Si lo mantienes en buenas condiciones, la siguiente persona también puede disfrutarlo. Un arrendamiento es una forma adulta de pedir prestadas cosas como casas, coches o incluso grandes máquinas, donde aceptas cuidarlas y devolverlas más tarde.