Una hoja es como un pequeño panel solar en un árbol. Al igual que los paneles solares capturan la luz del sol para generar electricidad, las hojas capturan la luz del sol para fabricar alimento para el árbol. Utilizan la luz del sol, el aire y el agua para crear un tipo especial de azúcar que el árbol consume para crecer grande y fuerte. Este proceso se llama fotosíntesis.

Piensa en la hoja como una pequeña cocina. En esta cocina, la hoja toma ingredientes como la luz del sol, el aire y el agua. Los mezcla todos juntos para preparar una deliciosa comida para el árbol. Sin hojas, los árboles no tendrían la energía para crecer o producir flores y frutos.

Imagina una hoja como una manta. En otoño, algunos árboles pierden sus hojas como nosotros nos quitamos las mantas cuando hace calor. Cuando hace frío, los árboles dejan caer sus hojas para ahorrar energía, y las hojas cambian de color, volviéndose hermosos rojos, naranjas y amarillos antes de caer al suelo.

Las hojas también son como pulmones para el árbol. Ayudan al árbol a respirar absorbiendo aire y liberando un gas especial llamado oxígeno que también necesitamos para respirar. Así que, las hojas son muy importantes para los árboles y para nosotros.