Ser perezoso es como tener un coche de juguete y, en lugar de empujarlo en el suelo para que avance, te sientas y lo miras. El coche no se moverá a menos que le des un pequeño empujón. A veces, ser perezoso significa que sientes ganas de simplemente sentarte y no hacer nada, incluso cuando hay cosas divertidas que hacer, como jugar afuera o construir una torre con bloques.
Piensa en una batería que se queda sin energía. Cuando eres perezoso, es como si tu batería de energía estuviera muy baja, y simplemente no tienes ganas de hacer nada. Pero, al igual que cargar una batería, a veces necesitas descansar y luego intentarlo de nuevo para recuperar tu energía.
Piensa en un jardín donde tienes que regar las plantas para ayudarlas a crecer. Si eres perezoso, es como no querer regar las plantas porque parece mucho trabajo. Pero, si no las riegas, las plantas no crecerán grandes y fuertes. Así que, a veces, incluso cuando te sientes perezoso, necesitas hacer un pequeño esfuerzo para ver grandes resultados, como flores hermosas en tu jardín.