Un carril es como un camino en una carretera, igual que las líneas que dibujas cuando coloreas. Imagina una hoja grande de papel con muchas líneas dibujadas. Cada línea te dice dónde colorear, para que no te salgas de las líneas. En una carretera, estas líneas se llaman carriles, y ayudan a los coches a saber a dónde ir para no chocar entre sí.
Piensa en un carril como una línea especial para coches, igual que cuando juegas con coches de juguete en una alfombra. Cada coche de juguete tiene su propia línea para seguir, para que no choquen entre sí. Estas líneas son como carriles, ayudando a los coches a permanecer en su propio espacio.
Otra forma de pensar en un carril es como una piscina con carriles. Cuando nadas, hay cuerdas en el agua que forman carriles. Ayudan a los nadadores a permanecer en su propio espacio, igual que los carriles en una carretera ayudan a los coches a permanecer en su espacio.
En un carril, todos tienen su propio lugar, igual que cuando haces fila en la escuela. Tienes tu propio lugar para pararte, y tus amigos también. De esta manera, todos saben a dónde ir y todo se mantiene organizado.