Arrodillarse es cuando doblas tus piernas y te apoyas sobre tus rodillas. Es como ser un superhéroe que está a punto de despegar. Te agachas, con las rodillas tocando el suelo, casi como si estuvieras listo para saltar muy alto. A veces, las personas se arrodillan para acercarse al suelo, como cuando buscan un pequeño insecto o alcanzan un juguete debajo de la cama.
Eres como un caballero de un cuento de hadas. Los caballeros a menudo se arrodillan para mostrar respeto a su rey o reina. Cuando te arrodillas, es como decir “Estoy escuchando” o “Estoy listo”. Es una manera de mostrar que te importa o que eres educado. Así que, cuando te arrodillas, eres como un caballero con armadura brillante, mostrando cuánto respetas a alguien o algo.
Arrodillarse también puede ser como ser un ayudante de jardín. Cuando ayudas en el jardín, puedes arrodillarte para acercarte a las plantas. De esta manera, puedes ver mejor las flores, arrancar malas hierbas o plantar semillas. Al arrodillarte, te conviertes en parte del mundo del jardín, ¡como un pequeño gnomo ayudante!