saltar
Saltar es como ser un resorte. Imagina que eres un juguete elástico que puede rebotar en el aire. Cuando empujas el suelo con tus pies, ¡te impulsas hacia arriba! Esto es porque tus piernas son fuertes y te ayudan a levantarte del suelo, al igual que un resorte se estira y luego rebota.
Saltar también es como ser un cohete. Cuando quieres saltar, doblas tus rodillas y usas tus músculos para impulsarte hacia arriba, como un cohete usa sus motores para despegar del suelo. Vas hacia arriba, arriba, arriba en el aire, y luego vuelves a bajar con seguridad al suelo.
Piensa en saltar como ser una rana. ¡Las ranas son muy buenas saltando! Usan sus largas patas para saltar de un lugar a otro. Cuando saltas, eres como una pequeña rana, usando tus piernas para moverte en el aire de un lugar a otro.
Saltar también es como un trampolín. Cuando saltas en un trampolín, subes alto y luego vuelves a bajar, solo para rebotar de nuevo. Tus piernas actúan como un trampolín cuando saltas, ayudándote a subir y bajar.