Piensa en un juez como un árbitro en un juego. Al igual que un árbitro se asegura de que todos sigan las reglas y jueguen de manera justa, un juez se asegura de que todos sigan las leyes y se comporten adecuadamente. Cuando las personas no están de acuerdo sobre lo que es correcto o incorrecto, el juez escucha atentamente, revisa toda la información y decide qué es justo.
Imagina un maestro en un aula. Si dos niños discuten sobre quién debería tener el crayón rojo, el maestro escucha ambos lados y luego decide quién debería usarlo primero. Un juez hace algo similar pero con problemas más grandes.
Piensa en un búho sabio sentado en lo alto de un árbol, observando todo lo que sucede abajo. El búho ve todos los detalles y toma decisiones inteligentes sobre lo que debería suceder a continuación. Un juez es como ese búho, usando su sabiduría para ayudar a resolver problemas.
Imagina una balanza que equilibra las cosas de manera uniforme. Un juez usa una balanza como esta en su mente para sopesar todos los hechos, asegurándose de que todo esté equilibrado y sea justo. Ayudan a mantener todo en orden, tal como una balanza equilibra los pesos.