Una cárcel es como un gran tiempo fuera para los adultos que rompen reglas importantes. Así como cuando te ponen en tiempo fuera por no escuchar o ser malo, los adultos van a la cárcel cuando hacen algo muy malo, como tomar cosas que no son suyas o lastimar a otros. En la cárcel, tienen que quedarse en un edificio especial y pensar en lo que hicieron, para que puedan aprender a ser mejores.
Imagina un parque de juegos donde todos deben compartir y jugar amablemente. Si alguien no sigue las reglas, puede que tenga que sentarse en un banco y ver a los demás jugar hasta que esté listo para ser amable y seguir las reglas de nuevo. La cárcel es como ese banco, pero para adultos. Ayuda a recordarles por qué las reglas son importantes y cómo ser amable con todos.
Piensa en la cárcel como una casa segura para la comunidad. Cuando alguien hace algo que podría lastimar a otros, va a la cárcel para mantener a todos seguros. Es como cuando un juguete se quita porque se está usando para lastimar a otros. El juguete se guarda en un lugar seguro hasta que pueda ser usado amablemente de nuevo, al igual que las personas en la cárcel se quedan allí hasta que puedan estar seguros con los demás.