El marfil es como el color de una nube en un día soleado. Es un blanco suave y cremoso que se siente suave y cálido, como cuando miras al cielo y ves esas nubes esponjosas flotando. Este color es especial porque no es demasiado brillante como la nieve, sino más bien como una manta suave y acogedora.
El marfil también es como el interior de una concha. Cuando encuentras una concha en la playa y miras dentro, ves una superficie lisa y brillante, ligera y delicada. Es un poco como un tesoro secreto escondido dentro de la concha, y se siente fresco y agradable al tacto.
En la naturaleza, el marfil proviene de los colmillos de los elefantes. Estos son como los dientes fuertes y curvados que tienen los elefantes. Las personas solían usar marfil para hacer cosas hermosas como teclas de piano o pequeñas estatuas. Pero ahora, tratamos de proteger a los elefantes y no usar su marfil, porque los elefantes necesitan sus colmillos para vivir felices en la naturaleza. Así que, cuando hablamos de marfil, también pensamos en cuidar a los animales y mantenerlos seguros.