Piensa en un problema como un rompecabezas al que le falta una pieza. Tienes una imagen hermosa frente a ti, pero algo no está bien porque falta esa pieza. Un problema es como esa pieza faltante; es algo que necesita ser arreglado o resuelto para que todo esté completo y feliz de nuevo.
Imagina que tienes un globo que está perdiendo aire. El globo se supone que debe ser grande y flotante, pero en su lugar, se está haciendo más pequeño y hundiéndose. El problema aquí es que hay un pequeño agujero en el globo. Para que el globo vuelva a flotar, necesitas encontrar y reparar ese agujero. Entonces, un problema es como ese agujero en el globo, y resolverlo hace que las cosas sean mejores.
Piensa en un problema como un bache en el camino cuando estás andando en bicicleta. Estás divirtiéndote montando suavemente, pero luego golpeas un bache, y hace que tu viaje sea un poco incómodo. El problema es el bache, y necesitas encontrar una manera de rodearlo o arreglar el camino para que tu viaje vuelva a ser suave. Un problema es algo que interrumpe la suavidad de las cosas, y solucionarlo ayuda a que todo vuelva a la normalidad.