Una isla es como una gran almohada verde flotando en medio de una manta azul. La manta azul es el océano, y la almohada verde es la tierra que se encuentra sola, rodeada de agua por todas partes. Al igual que tu almohada se queda en un lugar en tu cama, una isla se queda en un lugar en el océano.

Piensa en una isla como una gran galleta en un tazón de leche. La galleta es la isla, y la leche es el océano. Aunque hay muchas galletas en el mundo, cada galleta es especial porque tiene su propia forma y tamaño. Algunas islas son pequeñas, como un botón, y otras son grandes, como tu patio de recreo.

Una isla también puede ser un jardín secreto en un mar de azul. Este jardín está lleno de árboles, flores y tal vez incluso animales. El océano a su alrededor es como un gran foso, manteniendo el jardín seguro y lleno de sorpresas. Las personas pueden visitar las islas en barcos o aviones, al igual que visitas la casa de tu amigo para jugar.

Las islas son lugares especiales donde puedes encontrar hermosas playas, altas palmeras y a veces incluso volcanes. Son como pequeños mundos propios, esperando ser explorados y disfrutados.