La inversión es como plantar una semilla en un jardín. Cuando plantas una semilla, la cuidas dándole agua, sol y tiempo. Con los días y las semanas, la semilla crece y se convierte en una planta grande y fuerte que podría darte frutos o flores. La inversión es similar porque pones tu dinero en algo, como una alcancía o una cuenta de ahorros, y con el tiempo, puede crecer en más dinero, al igual que la planta crece más grande.

Piensa en un juguete que realmente te gusta. Decides prestárselo a un amigo por un tiempo. Cuando tu amigo te lo devuelve, podría también darte una nueva pegatina o un pequeño caramelo como agradecimiento. Esto es como una inversión porque dejas que alguien use algo que tienes, y a cambio, obtienes un poco más.

Imagina una caja mágica donde pones una moneda. Después de un tiempo, cuando abres la caja, ¡encuentras dos monedas! Esta caja mágica es como una inversión. Pones algo pequeño, esperas pacientemente, y más tarde, tienes más de lo que empezaste.