Piensa en un sándwich. Tienes dos rebanadas de pan, una arriba y otra abajo. La parte deliciosa en el medio, como la mantequilla de maní y la jalea, es la parte intermedia. No es la parte superior ni la inferior, sino la parte sabrosa en el medio que hace especial al sándwich.
Imagina que estás en un parque de juegos. Hay niños que están aprendiendo a columpiarse, y hay niños que pueden columpiarse muy alto. Si estás en el medio, balanceándote justo bien, ni muy bajo ni muy alto, estás en el lugar intermedio. Es como estar en el medio de aprender y ser súper bueno.
Visualiza un arcoíris. Comienza con rojo y termina con púrpura. Los colores en el medio, como el verde y el azul, son los colores intermedios. No son el primero ni el último, pero hacen que el arcoíris se vea hermoso al conectar todo junto.
Piensa en un libro. El principio es donde comienza la historia, y el final es donde termina. La parte del medio del libro, donde suceden todas las cosas emocionantes, es la parte intermedia. No es el comienzo ni el final, pero es donde la aventura crece.