El interés es como un jardín mágico donde plantas una semilla especial llamada ‘dinero’. Cuando plantas esta semilla en el jardín, crece con el tiempo sin que tengas que hacer mucho. Cuantas más semillas plantes, más grande se vuelve tu jardín, y pronto tendrás más y más semillas convirtiéndose en hermosas flores. Estas flores son como dinero extra que crece a partir de tus semillas originales.
Otra forma de pensar en el interés es como una recompensa por compartir tus juguetes. Imagina que tienes un juguete que dejas que tu amigo tome prestado. Mientras tu amigo juega con él, te da un pequeño caramelo cada día como agradecimiento. El caramelo es como el interés que ganas por dejar que alguien más use tu juguete. Cuanto más tiempo jueguen, más caramelos obtienes.
El interés también puede ser como una carrera donde comienzas con un pequeño coche. A medida que la carrera avanza, tu coche se vuelve más rápido y más rápido sin que hagas nada extra. Cuanto más rápido va tu coche, más distancia cubres. En esta carrera, la velocidad extra es como el interés, ayudándote a ir más lejos con el mismo esfuerzo.