Piensa en la inteligencia como un superpoder que te ayuda a resolver rompecabezas. Cuando juegas con bloques y logras construir una torre alta, es tu inteligencia la que está trabajando. Te ayuda a saber qué bloque va dónde para evitar que la torre se caiga.
Imagina tu cerebro como un cofre del tesoro lleno de muchas herramientas diferentes. Estas herramientas te ayudan a aprender cosas nuevas, como contar números o recordar los nombres de tus amigos. Cada vez que aprendes algo nuevo, es como agregar una nueva herramienta brillante a tu cofre del tesoro.
Tu inteligencia es también como una brújula que te ayuda a encontrar tu camino. Cuando intentas decidir a qué juego jugar o cómo compartir tus juguetes, tu inteligencia te guía para tomar buenas decisiones.
Al igual que un jardín necesita agua y sol para crecer, tu inteligencia necesita práctica y aprendizaje. Leer libros, hacer preguntas y probar cosas nuevas es como darle a tu cerebro el sol y el agua que necesita para crecer fuerte y grande.