Cuando tienes un juguete favorito, a veces podrías preocuparte de que se rompa o se pierda. El seguro es como tener un amigo especial que promete ayudarte si algo le pasa a tu juguete. Le das a este amigo un poco de tu paga cada semana, y a cambio, él promete ayudarte a reemplazar o arreglar tu juguete si se daña.
Piensa en el seguro como un gran paraguas. Cuando hace sol, no necesitas el paraguas, pero si empieza a llover, te alegrarás de tenerlo. El paraguas te mantiene seco, igual que el seguro te ayuda a protegerte de problemas inesperados.
Otra forma de pensarlo es como una alcancía que tú y tus amigos comparten. Todos ponen un poco de dinero en la alcancía. Si uno de tus amigos deja caer su juguete y se rompe, todos están de acuerdo en usar el dinero de la alcancía para ayudarle a conseguir uno nuevo. De esta manera, nadie tiene que preocuparse demasiado porque todos están allí para ayudarse entre sí.