Una instrucción es como una receta para cocinar tus galletas favoritas. Te dice exactamente lo que necesitas hacer paso a paso, para que puedas crear algo delicioso. Al igual que una receta te dice cuánto harina y azúcar usar, una instrucción te dice qué acciones tomar para obtener un cierto resultado.
Piensa en la instrucción como un mapa del tesoro. Tiene todas las pistas que necesitas para encontrar el tesoro escondido. Si sigues el mapa correctamente, llegarás al tesoro. Cada paso en el mapa es como una instrucción que te guía hacia tu objetivo.
La instrucción también puede ser como una rutina de baile. Cuando aprendes un baile, sigues movimientos específicos en un orden particular. Cada movimiento es como una instrucción, y cuando los juntas, creas un baile hermoso. Las instrucciones te ayudan a saber qué hacer a continuación, al igual que una rutina de baile.
Imagina las instrucciones como bloques de construcción. Cada bloque es una pieza de información, y cuando los apilas en el orden correcto, construyes algo increíble, como una torre o un castillo. Las instrucciones te ayudan a saber cómo juntar los bloques para crear algo maravilloso.