El instinto es como un superpoder que tienes dentro de ti. Cuando tocas algo caliente, tu mano se aleja muy rápido. Es tu cuerpo sabiendo qué hacer sin que tengas que pensar en ello. Es como una reacción automática, como cuando ves un perro grande y puedes sentirte un poco asustado aunque no sepas por qué. Tu cuerpo te está diciendo que tengas cuidado.

Otra forma de entender el instinto es como una guía incorporada. Al igual que los pájaros saben volar hacia el sur cuando hace frío, o un bebé sabe llorar cuando necesita algo. Estas cosas suceden sin que nadie les enseñe. Es como tener un mapa en tu cerebro que te ayuda a saber qué hacer en ciertas situaciones.

El instinto también se puede comparar con una brújula. Cuando estás perdido, una brújula te ayuda a encontrar tu camino. El instinto ayuda a los animales y a las personas a saber qué hacer para mantenerse seguros o encontrar comida. Es como tener una pequeña voz dentro de ti que te da pistas sobre cuál podría ser la mejor opción.