Cuando escuchas un sonido extraño por la noche, una indagación es como ser un detective. Tomas tu linterna, miras alrededor y haces preguntas para descubrir qué hizo el sonido. Se trata de ser curioso y querer saber más sobre el mundo que te rodea. Al igual que los detectives resuelven misterios, una indagación te ayuda a resolver preguntas o acertijos en tu mente.

Piensa en la indagación como plantar una semilla en un jardín. Cuando haces una pregunta, es como plantar una pequeña semilla. Al buscar respuestas, riegas y cuidas la semilla. Con el tiempo, tu semilla crece hasta convertirse en una gran y hermosa planta, al igual que tu conocimiento crece cuando aprendes cosas nuevas. La indagación es el agua que ayuda a tu mente a crecer.

Imagina que estás construyendo un gran castillo de LEGO. Cada pregunta que haces es como encontrar una nueva pieza de LEGO. Cuantas más preguntas haces, más piezas encuentras, y más grande y mejor se vuelve tu castillo. La indagación es la aventura de descubrir nuevas piezas y entender cómo se juntan para crear algo increíble.