lesión
Una lesión es como cuando tu juguete favorito se rompe un poco. Imagina que tu coche de juguete pierde una rueda o que tu oso de peluche tiene un pequeño desgarro. Todavía funciona, pero no tan bien como antes. Tu cuerpo es como ese juguete, y a veces también puede romperse un poco. Cuando te caes o te golpeas con algo, tu piel puede rasparse o tu brazo puede doler. Es la forma en que tu cuerpo dice: ‘¡Vaya, algo necesita arreglarse aquí!’ Al igual que puedes arreglar tu juguete con pegamento o aguja e hilo, tu cuerpo tiene ayudantes especiales llamados células que trabajan duro para arreglar el golpe.
Piensa en tu cuerpo como un superhéroe con un traje especial. A veces, el traje se raya o se abolla al luchar contra los malos. ¡Pero no te preocupes! El superhéroe tiene un equipo de ayudantes que se apresuran a reparar el traje y hacerlo fuerte de nuevo. Cuando te lesionas, es como si tu traje de superhéroe necesitara un pequeño arreglo, y pronto podrás volver a jugar y divertirte.
Una lesión también es como cuando una planta se dobla un poco o una hoja se desgarra. La planta puede verse un poco diferente por un tiempo, pero con sol y agua, comienza a sanar y a crecer fuerte de nuevo. Tu cuerpo es similar. Con descanso, cuidado y, a veces, un poco de ayuda de un adulto o un médico, tu cuerpo puede sanar y volver a estar sano y fuerte.