Piensa en tu cuerpo como un castillo. Dentro de este castillo, hay muchos guardianes llamados tu sistema inmunológico. Estos guardianes trabajan arduamente para mantener fuera las cosas malas. A veces, pequeños invasores llamados gérmenes intentan colarse en el castillo. Cuando los gérmenes entran, pueden causar una infección. Esto es como si los gérmenes intentaran apoderarse de tu castillo, y tus guardianes tienen que luchar contra ellos para mantenerte seguro.

Ahora, imagina tu cuerpo como un jardín. En este jardín, tienes muchas hermosas flores y plantas que deben estar saludables. A veces, malas hierbas molestas pueden crecer y comenzar a tomar el control. Estas malas hierbas son como gérmenes. Cuando crecen demasiado, pueden enfermar al jardín. Tu cuerpo trabaja arduamente, como un jardinero, para arrancar las malas hierbas y mantener el jardín saludable y libre de infecciones.

Imagina tu cuerpo como una computadora. Funciona sin problemas cuando todo está funcionando bien. Pero a veces, un virus puede colarse y causar problemas. Este virus es como una infección. Tu computadora tiene programas especiales para encontrar y arreglar el virus, al igual que tu cuerpo tiene formas de combatir las infecciones y hacerte sentir mejor.