Cuando quieres decirle algo a tu amigo sin decírselo directamente, estás siendo indirecto. Es como cuando quieres jugar un juego, pero en lugar de decir ‘¡Juguemos!’, dices ‘Me pregunto si alguien quiere divertirse hoy’. Tu amigo podría entender que quieres jugar sin que lo digas directamente.

Piensa en ello como un laberinto. En lugar de caminar directamente hasta el final, tomas un camino sinuoso. Aún llegas a donde necesitas estar, pero tomas una ruta diferente. Ser indirecto significa que no vas directamente al grano, pero aún así transmites tu mensaje.

Imagina que estás dibujando un cuadro. En lugar de trazar una línea recta de un lado al otro, dibujas un zigzag. La línea aún conecta ambos lados, pero toma un camino más interesante. Cuando eres indirecto, eres como esa línea en zigzag, encontrando una manera creativa de conectar tus pensamientos con la mente de otra persona.