Ser inmune es como tener un superhéroe especial dentro de tu cuerpo que te protege de enfermarte. Imagina que tienes un equipo de pequeños superhéroes, como tus personajes de dibujos animados favoritos, que siempre están listos para luchar contra los malos, que son los gérmenes y los virus. Estos superhéroes se llaman tu sistema inmunológico. Llevan armaduras especiales y tienen gadgets geniales para evitar que los malos te hagan sentir mal.
Piensa en tu sistema inmunológico como un castillo con muros fuertes y guardias. Los muros mantienen a los gérmenes malos afuera, y los guardias vigilan para asegurarse de que nada se cuele. Si un germen intenta entrar, los guardias lo atrapan rápidamente y lo expulsan. Cada vez que luchan contra un nuevo germen, aprenden cómo detenerlo aún mejor la próxima vez.
Otra forma de pensar en ser inmune es como tener una biblioteca de libros sobre cada germen que has conocido. Cuando un germen intenta enfermarte, tu sistema inmunológico lee el libro correcto para recordar cómo combatirlo. De esta manera, puedes mantenerte saludable y seguir jugando con tus amigos.