Cuando “ilustras”, es como si contaras una historia con “imágenes” en lugar de palabras. Imagina que quieres explicar cómo fue tu día a un amigo, pero no puedes usar palabras. Dibujas un sol para mostrar que estuvo soleado, un parque para mostrar que jugaste afuera, y un sándwich para mostrar lo que comiste en el almuerzo. Cada dibujo ayuda a tu amigo a entender tu historia sin necesidad de decir nada.
Piensa en ello como ser un “mago” con un lápiz. Puedes hacer aparecer cosas en el papel que ayudan a las personas a ver lo que estás pensando. Si quieres mostrar cómo crece una flor, dibujas una pequeña semilla, luego un brote, y finalmente una gran flor colorida. Tus dibujos ayudan a las personas a ver todo el proceso, ¡como por arte de magia!
Ilustrar también es como ser un “director” de cine. Decides cómo se ven los personajes, cuál es el escenario, y cómo se desarrolla la historia. Tus dibujos son como las escenas de una película, y tú decides cómo se ve y se siente todo. ¡Es una forma divertida de compartir tus ideas e imaginación con los demás!