Hipnotizar es como cuando estás muy enfocado en una historia o un juego, y te olvidas de todo lo demás a tu alrededor. Imagina que tu mente es una mariposa que revolotea, mirando muchas cosas. Cuando estás hipnotizado, es como si la mariposa se posara en una flor bonita y se quedara allí, prestando mucha atención a una sola cosa.
Piensa en ello como una televisión mágica que se reproduce dentro de tu cabeza. Cuando alguien te hipnotiza, te ayuda a encender esta televisión, y tú miras el programa muy de cerca. Podrías sentirte muy tranquilo y relajado, como cuando estás acurrucado en una manta acogedora.
Imagina un mago con una varita que guía suavemente tus pensamientos a un lugar especial. El mago no te controla, pero te ayuda a concentrarte en algo agradable o te ayuda a sentirte mejor. Es como cuando escuchas un cuento antes de dormir y tu mente va en una pequeña aventura.
Hipnotizar no es como estar dormido, sino más como estar en un sueño despierto donde todavía puedes escuchar y saber lo que está sucediendo, pero solo estás muy concentrado en una cosa.