El dolor es como cuando tienes un juguete favorito que de repente se rompe. Te sientes triste y tal vez un poco enojado porque ya no funciona como antes. Tu corazón se siente así cuando te duele.
A veces, el dolor es como cuando te caes y te raspas la rodilla. Pica y te dan ganas de llorar porque es incómodo. Pero al igual que una curita ayuda a que tu rodilla se sienta mejor, un abrazo o una palabra amable puede ayudar a que tu corazón se sienta mejor también.
El dolor también puede ser como cuando alguien te dice algo malo. Es como escuchar un ruido fuerte que te hace tapar los oídos porque no se siente bien. Puede hacerte sentir mal por dentro, pero hablar con alguien de confianza puede ayudar a que el ruido desaparezca.
Por último, el dolor es como cuando estás jugando afuera y empieza a llover. Tienes que parar tu diversión, lo que te hace sentir decepcionado. Pero luego encuentras algo más divertido para hacer dentro. El dolor puede sentirse mal al principio, pero con el tiempo, encuentras formas de sentirte feliz de nuevo.