Una planta de interior es como un pequeño amigo que vive en tu casa. Es un tipo especial de planta que no necesita estar afuera en el jardín. En cambio, es feliz viviendo dentro de tu casa, al igual que tus juguetes o tus libros favoritos. Las plantas de interior aman estar en lugares acogedores donde pueden recibir un poco de luz solar a través de la ventana, un poco como cuando te gusta sentarte en un lugar soleado para leer o jugar.
Piensa en una planta de interior como un pequeño bosque en una maceta. Al igual que los árboles y plantas afuera, las plantas de interior necesitan agua para beber. Puedes darles agua usando una pequeña regadera, al igual que das de beber a tu mascota. También necesitan un poco de comida del suelo, que es como su desayuno, almuerzo y cena todo en uno. Es importante cuidarlas, al igual que cuidas tus juguetes poniéndolos en su lugar.
Las plantas de interior pueden ser como un miembro de la familia. No hablan ni caminan, pero crecen y cambian con el tiempo. Podrías ver nuevas hojas brotando, que es su forma de decir que están felices y saludables. Pueden hacer que tu habitación se sienta más viva y colorida, un poco como cuando dibujas un cuadro y este ilumina el refrigerador. Aunque son silenciosas, pueden hacerte sentir tranquilo y en paz, como un suave abrazo de la naturaleza.