Una casa es como una gran concha para las personas. Al igual que una tortuga tiene una concha para protegerse de la lluvia y el viento, una casa nos mantiene seguros y cálidos. Tiene paredes que se levantan como soldados protegiéndonos del mundo exterior. El techo es como un gran paraguas que evita que la lluvia y la nieve entren. Dentro de la casa, hay habitaciones como pequeñas cuevas donde podemos dormir, comer y jugar.
Piensa en una casa como un gran cofre del tesoro. Contiene todas las cosas especiales que amamos, como nuestros juguetes, ropa y libros. Las ventanas son como ojos mágicos que nos permiten ver afuera, mientras que las puertas son bocas amigables que se abren y cierran para dejarnos entrar y salir. Las casas vienen en muchas formas y tamaños, al igual que los cofres del tesoro también pueden ser diferentes.
Una casa también es como un libro de cuentos. Cada habitación cuenta una historia diferente. La cocina es donde preparamos comida deliciosa, y la sala de estar es donde nos reunimos para compartir historias y risas. Cada rincón de la casa tiene su propio cuento especial que contar. Es un lugar donde creamos recuerdos felices con nuestra familia y amigos.