Un rehén es como cuando alguien toma tu juguete favorito y dice que solo te lo devolverá si haces algo por ellos. No es agradable porque están usando algo que te importa para hacerte hacer lo que quieren. Imagina que tienes un osito de peluche especial y alguien lo sostiene y dice que solo podrás jugar con él de nuevo si les das tus dulces. Eso no es justo, ¿verdad?
Otra forma de pensar en un rehén es como cuando estás jugando un juego, y alguien pausa el juego y no te deja continuar hasta que aceptes sus reglas. Están tratando de controlar lo que sucede manteniendo algo importante para ti hasta que hagas lo que piden. Esto puede hacerte sentir atrapado o molesto porque quieres recuperar tu juguete o juego, pero tampoco quieres hacer lo que están pidiendo.
En la vida real, ser un rehén es muy serio y puede dar miedo. Las personas pueden ser tomadas como rehenes, donde alguien no las dejará ir hasta que obtengan lo que quieren. Es importante saber que esto está mal y que no debemos tratar a los demás de esta manera. Siempre debemos tratar de resolver los problemas hablando y siendo amables, no quitando cosas o personas.