Una jerarquía es como un gran árbol. En la parte superior del árbol, está la rama más grande, que es como el jefe de todas las ramas. Debajo de esa gran rama, hay ramas más pequeñas, y debajo de ellas, aún más pequeñas. Cada rama es importante, pero todas tienen su propio lugar en el árbol. Las ramas de arriba ayudan a las de abajo brindándoles apoyo y orientación.
Otra forma de pensar en la jerarquía es como una pirámide hecha de bloques. El bloque en la parte superior es el más pequeño pero el más importante porque mantiene todo junto. Los bloques en la parte inferior son más grandes y más fuertes porque necesitan sostener todos los bloques encima de ellos. Cada bloque tiene su propio trabajo, y juntos, hacen que la pirámide se mantenga en pie.
La jerarquía también es como una familia. Hay abuelos, luego padres, y luego niños. Cada persona en la familia tiene su propio papel, pero todos trabajan juntos para ser felices y fuertes. Los abuelos cuidan de los padres, quienes a su vez cuidan de los niños. Todos desempeñan su papel para que la familia funcione sin problemas.