El calor es como cuando abrazas a tu oso de peluche favorito y se siente cálido y acogedor. Este calor es lo que llamamos calor. Es como si el sol le diera abrazos a la tierra, haciendo que todo esté agradable y cálido. El calor es la energía que hace que las cosas se calienten, como cuando frotas tus manos muy rápido y comienzan a sentirse cálidas. Cuando ves una olla en la estufa burbujeando con sopa, el calor de la estufa está haciendo que la sopa se caliente, ¡como un truco de magia!

Imagina el calor como pequeños bailarines invisibles moviéndose muy rápido. Cuando bailan más rápido, las cosas se calientan más. Cuando usas un suéter, es como darles a esos bailarines un pequeño hogar para mantenerse calientes. Al calor le encanta moverse de un lugar a otro, como cuando compartes tus caramelos con un amigo. Si tienes un chocolate caliente, el calor del chocolate se mueve a tus manos a través de la taza, haciéndolas sentir cálidas y cómodas.

¡El calor también puede ser astuto! Cuando tocas algo frío, como un helado, se siente frío porque el calor de tu mano se está moviendo hacia el helado, tratando de calentarlo. Así que, el calor siempre está en una aventura, moviéndose y asegurándose de que todo se sienta justo como debe ser.