Oír es como cuando tu juguete favorito te habla. Cuando presionas un botón, hace un sonido, y tus oídos son como el botón que te ayuda a escuchar todos los sonidos a tu alrededor. Tus oídos capturan sonidos como una red de mariposas captura mariposas, y luego tu cerebro te dice qué significan esos sonidos.
Imagina que tus oídos son como pequeños micrófonos que captan todos los sonidos, como el canto de los pájaros o el claxon de los coches. Estos sonidos viajan por el aire como olas invisibles, y tus oídos los capturan como un surfista captura olas en el océano.
Piensa en tu oído como una concha mágica que encuentras en la playa. Cuando la sostienes, puedes escuchar el océano dentro. Tus oídos hacen algo similar; te permiten escuchar el mundo. Los sonidos entran en tus oídos, y tu cerebro te ayuda a entenderlos, como cuando oyes a tu mamá llamándote o la música de tu caricatura favorita.
Oír es como un camino secreto desde el mundo exterior hacia tu cerebro. Este camino te ayuda a saber cuándo alguien te está hablando o cuándo tu mascota está haciendo ruido. Es una forma especial de conectarse con todo lo que te rodea.