Piensa en tu cuerpo como un coche. Para que funcione bien, necesitas darle el combustible adecuado. Esto significa comer alimentos saludables como frutas y verduras, que son como el combustible especial que hace que tu coche corra rápido y fuerte. Beber agua es como darle a tu coche el aceite que necesita para que todas las piezas se muevan sin atascarse.
Tu cuerpo también es como un jardín. Tienes que cuidarlo todos los días. Hacer ejercicio es como regar tus plantas, ayudándolas a crecer altas y fuertes. Cuando juegas afuera, corres o saltas, es como darle a tu jardín la luz del sol que necesita para estar saludable.
Piensa en tu mente como una biblioteca. Cuando lees libros y aprendes cosas nuevas, estás agregando nuevos libros a tu biblioteca. Esto hace que tu mente sea un lugar más grande y mejor. Dormir lo suficiente es como dejar que el bibliotecario organice todos los libros, para que puedas encontrar lo que necesitas cuando te despiertes.
Estar saludable también es como ser un superhéroe. Tienes que protegerte de los gérmenes, como luchar contra los malos. Lavarte las manos y cepillarte los dientes son tus herramientas de superhéroe para mantenerte fuerte y listo para cualquier cosa.