La dificultad es como cuando juegas con un rompecabezas que tiene muchas piezas, y algunas de ellas faltan. Intentas muy fuerte terminarlo, pero sin todas las piezas, se siente frustrante y difícil. La dificultad significa que las cosas no son tan fáciles como te gustaría, y tienes que trabajar más duro para resolver el problema.
Otra forma de pensar en la dificultad es como escalar una gran colina. Cuando comienzas desde abajo, la colina parece muy alta y difícil de escalar. A medida que caminas hacia arriba, tus piernas pueden cansarse y puedes querer detenerte. Pero si sigues adelante, incluso si es difícil, te vuelves más fuerte y puedes ver la hermosa vista desde la cima. La dificultad es la parte difícil de la escalada.
La dificultad también puede sentirse como un día lluvioso cuando quieres jugar afuera. La lluvia hace que sea difícil hacer lo que quieres, y tienes que encontrar nuevas formas de divertirte en el interior. La dificultad nos enseña a ser creativos y pacientes, esperando que el sol vuelva a brillar.