Un gemido es como el sonido que hace un león cansado cuando no quiere moverse de su roca cómoda. Es un ruido profundo y bajo que sale del fondo de tu garganta cuando te sientes gruñón o cansado. Imagina que tu juguete favorito está atrapado en un estante alto y no puedes alcanzarlo. Podrías dejar escapar un gemido porque parece mucho trabajo bajarlo. Es como decir, ‘Oh, ¿por qué esto tiene que ser tan difícil?’ sin usar palabras.

Piensa en un gemido como el sonido de un gran árbol viejo doblándose en el viento. El árbol no está herido, pero hace un sonido chirriante porque está estresado y tenso. Cuando las personas gimen, pueden sentirse un poco como ese árbol, doblándose bajo el peso de algo que no quieren hacer.

Un gemido también puede ser como el ruido que hace un oso dormido cuando se despierta de una larga siesta. El oso no está completamente despierto y no tiene ganas de moverse todavía, así que hace un sonido que dice, ‘Todavía estoy dormido y no estoy listo para el día.’ Este sonido ayuda al oso a expresar cómo se siente sin tener que usar palabras.