La gravedad es como un amigo invisible que te impide flotar en el cielo. Imagina que sostienes un globo y lo sueltas. Flota porque es más ligero que el aire a su alrededor. Pero tú no flotas porque la gravedad te mantiene en el suelo, como un abrazo suave de la Tierra.
Piensa en la gravedad como un imán mágico. No es como los imanes de tu nevera porque no puedes verlo ni tocarlo, pero siempre está ahí. Este imán es súper fuerte; te mantiene a ti y a todo lo demás - como tus juguetes, tu casa e incluso los árboles - seguros en el suelo.
Imagina la Tierra como un enorme trampolín. Cuando saltas, subes por un momento, pero luego vuelves a bajar. Eso es porque la gravedad te está jalando de nuevo, al igual que el trampolín te tira hacia atrás después de un salto. Sin gravedad, seguirías subiendo y subiendo.
La gravedad también es como una capa de superhéroe para los planetas y la luna. Se asegura de que no vuelen hacia el espacio y los mantiene moviéndose en círculos alrededor del sol, como una pista de carreras.