Un abuelo es como un viejo árbol sabio en un gran bosque familiar. Al igual que un árbol tiene raíces profundas que lo ayudan a mantenerse alto y fuerte, un abuelo tiene muchas experiencias de vida e historias que lo hacen muy especial. Ha vivido muchos años y sabe mucho sobre el mundo, al igual que el árbol sabe sobre el sol y la lluvia.
Piensa en un abuelo como una manta cálida y acogedora en un día frío. Cada vez que te sientas frío o un poco triste, puedes envolverte en esa manta y sentirte mejor. Un abuelo es alguien que te da abrazos y te cuenta historias para hacerte sonreír.
Imagina un abuelo como un guía amigable en una gran aventura. Cuando estás explorando nuevos lugares o aprendiendo cosas nuevas, él puede ayudarte a entender qué hacer a continuación. Comparte su conocimiento, al igual que un guía que conoce el camino a través de una gran y emocionante jungla.
Un abuelo también es como una gran silla cómoda donde puedes sentarte y escuchar todos los increíbles relatos del pasado. Ha visto y hecho muchas cosas, y le encanta compartir esas historias contigo, haciendo que el pasado cobre vida.