La gracia es como un abrazo suave que te hace sentir cálido y seguro. Imagina una manta suave y esponjosa que te envuelve cuando tienes frío. La gracia es como esa manta, que hace que todo se sienta mejor, incluso si las cosas no son perfectas. Es cuando alguien es amable contigo, incluso si cometiste un error, como cuando derramas tu jugo y tu amigo dice: ‘Está bien, limpiemos juntos.’
Piensa en la gracia como un arco iris después de un día lluvioso. La lluvia puede ponerte triste porque no puedes jugar afuera, pero luego aparece el arco iris, brillante y colorido, recordándote que las cosas buenas pueden venir después de las malas. La gracia es como ese arco iris, trayendo belleza y esperanza cuando las cosas parecen sombrías.
La gracia también es como una mariposa que se posa suavemente en tu mano. Es delicada y hermosa, mostrándote que a veces las mejores cosas en la vida llegan silenciosamente e inesperadamente. Cuando muestras gracia, eres gentil y amable con los demás, incluso si no son perfectos, al igual que la mariposa no se preocupa si tu mano tiembla un poco.