Una meta es como un tesoro que quieres encontrar. Imagina que tienes un mapa especial que te muestra dónde está escondido el tesoro. El tesoro es algo que realmente quieres, como un juguete nuevo o un viaje divertido. Para llegar allí, necesitas seguir el camino del mapa cuidadosamente, paso a paso. Cada paso te acerca más al tesoro, y cuando finalmente lo alcanzas, te sientes súper feliz y orgulloso!
Piensa en una meta como un gran rompecabezas que quieres resolver. Cada pieza del rompecabezas es una pequeña tarea o desafío que necesitas completar. Cuando trabajas duro para encajar todas las piezas, puedes ver la imagen completa y es increíble. A veces puede ser complicado, pero con paciencia y la ayuda de otros, puedes terminar el rompecabezas y ver la hermosa imagen.
Una meta también es como una carrera que quieres ganar. Empiezas en la línea de salida y corres hacia la línea de meta. En el camino, podrías cansarte o necesitar un descanso, pero sigues adelante porque realmente quieres llegar al final. Cuando cruzas la línea de meta, te sientes como un campeón porque hiciste tu mejor esfuerzo!