Un negro literario es como un ayudante secreto que ayuda a alguien a contar una historia. Imagina que tienes una gran caja de crayones, pero no estás seguro de qué colores usar para dibujar un cuadro. Un negro literario es como un amigo que te susurra al oído: “Prueba el azul para el cielo y el verde para el césped”, ayudándote a hacer tu dibujo hermoso. Aunque no sostienen los crayones, todavía son parte de hacer que la imagen cobre vida.
Piensa en un negro literario como un bolígrafo mágico. Cuando alguien quiere escribir un libro pero se siente atascado, el bolígrafo mágico del negro literario ayuda a que las palabras fluyan en el papel. La persona que quería escribir el libro puede poner su nombre en él, pero la magia del negro literario lo hizo posible. Es como cuando horneas un pastel con la ayuda de un adulto; lo hiciste juntos, pero tú soplas las velas.
Un negro literario también es como una sombra. No siempre puedes verlos, pero están allí, siguiendo y ayudando en segundo plano. Al igual que una sombra que camina contigo, un negro literario camina con la persona que escribe, asegurándose de que todo vaya bien.